Comer como un pajarito, las propiedades del Mijo

El mijo es un alimento con altas propiedades nutricionales y muy pobre fama. Lo relacionamos en seguida con alimento para pajaritos, sin saber que en otras latitudes del mundo, como África y China por ejemplo, cumple un rol fundamental en la dieta cotidiana. Tanto o más que el trigo para nosotros.

Lo cierto es que el mijo puede utilizarse dulce o salado, en un sinfín de platos deliciosos, y hay un dato que lo hace especialmente interesante para muchas personas: pueden consumirlo incluso los celiacos, ya que es un alimento libre de gluten.

El mijo es un cereal de grano pequeño, redondeado y amarillo. Su sabor es suave y su textura, muy tierna. Está lleno de beneficios, con altas cantidades de magnesio, hierro y fósforo en su composición. Si bien existe en diversas variedades, el más común en Argentina es el mijo amarillo, que desprende un característico aroma a manteca o nuez al tostarlo apenas en la cacerola antes de cocinarlo.

Por su aporte de magnesio, es beneficioso para la función cardíaca. Gracias al hierro, es un aliado de las embarazadas y los niños pequeños; un alimento interesante contra las anemias y los calambres musculares, y una fuente de energía inigualable para realizar fuertes labores intelectuales o físicas, contribuyendo a la memoria y el sistema nervioso. Dicen además que fortalece la piel, las uñas y el esmalte dental.

Técnicamente, el mijo tiene 11 %, más proteínas que el trigo, el arroz y el maíz. Aporta un 60 % de hidratos de carbono, y es rico en tres vitaminas muy importantes:  B1, B2 y B9.
Si bien es alto en calorías, su efecto regulador sobre el metabolismo y sus bajas grasas lo vuelven favorable para controlar la obsesidad. Como todos los alimentos integrales, es muy importante consumirlos de origen orgánico para evitar la ingesta de químicos y sustancias indeseadas que prevalecen de otro modo en la película exterior del grano.

En la medicina tradicional china, el mijo cumple un rol protagónico y se lo considera capaz de asistir numerosas enfermedades por ser uno de los alimentos más “yang” disponibles. En consecuencia, sirve para ayudar a prevenir y mitigar todas las dolencias asociadas a un exceso de “yin”, desde infecciones o resfriados, hasta problemas articulares, pasando por dolencias hepáticas y del bazo.
¿Cómo utilizarlo? El mijo debe lavarse previamente con cuidado, usando mucha agua hasta que salga bien transparente. Después de escurrirlo se lo tuesta apenas en la cacerola, y se agregan entonces dos partes de agua por cada parte de cereal, algo de sal y nada más. Se lo puede dejar hervir a fuego suave entre treinta minutos y una hora, según el resultado que se busque. El grano de mijo cocido suavemente se asemeja al cous cous, y puede incluirse en ensaladas o guisos. Si se lo cocina un poco más, queda de forma similar a la polenta, y hasta puede trabajarse con las manos, amasándolo, hasta aprovecharlo para preparar bollitos, masas y hasta bases parecidas a la pizza. Dulce, también sirve para hacer masitas con miel y especias, o mezclarlo con los cereales de un desayuno hiper saludable y energético.

http://www.jardinorganico.com.ar/?pag=producto&id=511&p=mijo

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